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Antibióticos para perros son medicamentos utilizados para tratar infecciones bacterianas en caninos. Estos medicamentos funcionan matando bacterias o inhibiendo su crecimiento y reproducción, ayudando así al sistema inmunológico del perro a superar la infección. Existen diferentes clases de antibióticos, como penicilinas, cefalosporinas, tetraciclinas, macrólidos, fluoroquinolonas y otros, cada uno dirigido a tipos específicos de bacterias. Los veterinarios recetan antibióticos para diversas afecciones, incluidas infecciones de la piel, infecciones del tracto urinario, infecciones respiratorias, heridas e infecciones de oído, entre otras. Es fundamental administrar la dosis y la duración del tratamiento prescritos según las indicaciones del veterinario para garantizar que la infección se erradique por completo y para prevenir la resistencia a los antibióticos, donde las bacterias evolucionan para volverse resistentes a los efectos de los medicamentos.
Los antibióticos para perros actúan contra las bacterias que causan infecciones en los perros. Diferentes familias de antibióticos funcionan de manera diferente para combatir las infecciones.
Penicilinas
Las penicilinas son algunos de los primeros antibióticos para perros desarrollados a partir de fuentes naturales. Funcionan bloqueando la formación de las paredes celulares de las bacterias, evitando que las bacterias crezcan y se dividan. Las penicilinas funcionan bien contra muchos tipos de bacterias, incluidos los estreptococos y los estafilococos. Sin embargo, no son eficaces contra las bacterias que son resistentes a los medicamentos, como las bacterias productoras de betalactamasa. Las penicilinas se pueden administrar por vía oral o mediante inyecciones, dependiendo del tipo y la gravedad de la infección.
Cefalosporinas
Las cefalosporinas son similares a las penicilinas porque interrumpen la formación de las paredes celulares bacterianas. Son eficaces contra una amplia variedad de bacterias y se clasifican en diferentes generaciones según su eficacia contra diversas bacterias. Las cefalosporinas de primera generación son eficaces contra las bacterias grampositivas, mientras que las generaciones posteriores son eficaces contra las bacterias gramnegativas. La cefalexina y la cefazolina son cefalosporinas comunes para perros.
Tetraciclinas
Las tetraciclinas funcionan inhibiendo la síntesis de proteínas bacterianas, afectando el crecimiento y la reproducción. Son antibióticos de amplio espectro eficaces contra una amplia gama de bacterias, incluidas las bacterias grampositivas y gramnegativas. Las tetraciclinas también son eficaces contra algunos microorganismos no bacterianos, como micoplasmas, rickettsias y clamidias. Se utilizan comúnmente para tratar infecciones causadas por estos patógenos, así como para infecciones del tracto respiratorio, infecciones del tracto urinario e infecciones de la piel. La doxiciclina y la minociclina son tetraciclinas comunes para perros.
Macrólidos
Los macrólidos se derivan de fuentes naturales y funcionan inhibiendo la síntesis de proteínas bacterianas. Son eficaces contra muchas bacterias grampositivas y algunas bacterias gramnegativas. Los macrólidos se utilizan para tratar infecciones del tracto respiratorio, infecciones de la piel e infecciones gastrointestinales, entre otras. La eritromicina, la azitromicina y la claritromicina son macrólidos comunes para perros.
Fluoroquinolonas
Las fluoroquinolonas son antibióticos sintéticos desarrollados para superar las limitaciones de los antibióticos quinolónicos tradicionales. Funcionan inhibiendo la ADN girasa y la topoisomerasa IV bacterianas, esenciales para la replicación, transcripción y reparación del ADN bacteriano. Esta acción mata eficazmente las bacterias y evita que se multipliquen. Las fluoroquinolonas tienen un amplio espectro de actividad contra muchas bacterias grampositivas y gramnegativas. Se utilizan comúnmente para tratar una variedad de infecciones en perros, incluidas infecciones del tracto urinario, infecciones de la piel e infecciones respiratorias. La enrofloxacina, la ciprofloxacina y la pradofloxacina son fluoroquinolonas comunes para perros.
Líquido
Estos son líquidos que el perro puede tragar. Por lo general, se aromatizan para que al perro les resulte fácil tomarlos. Son adecuados para perros jóvenes y aquellos que tienen dificultades para tragar sólidos.
Tabletas
Estas son medicaciones orales sólidas que el perro toma en un momento dado. Se pueden administrar directamente al perro o mezclar con la comida. Algunas tabletas tienen un recubrimiento especial que las hace fáciles de digerir.
Cápsulas
Estas son similares a las tabletas, pero tienen una cubierta de gelatina que recubre los antibióticos. Dependiendo de la cápsula, se puede abrir y espolvorear sobre la comida o tomar entera.
Inyecciones
Algunos antibióticos vienen en forma de inyecciones. Un médico veterinario o en casa puede administrarlos, dependiendo del tipo y la condición que se esté tratando.
Tópico
Estos son ungüentos, cremas o aerosoles que se aplican directamente en el área afectada de la piel o el cuerpo. Son adecuados para infecciones localizadas y heridas superficiales.
Implante quirúrgico
Estos son antibióticos para perros que se colocan dentro del cuerpo mediante procedimientos quirúrgicos. Se utilizan para tratar infecciones crónicas o administrar medicamentos a una velocidad controlada.
Tratamiento de infecciones de la piel:
Los perros son animales activos y a menudo se meten en situaciones que pueden provocar lesiones como rasguños, mordidas y heridas. Si las bacterias entran en estas lesiones, pueden causar infecciones de la piel como la pioderma superficial. Los antibióticos son necesarios para tratar estas infecciones y evitar que se propaguen.
Infecciones dentales:
La enfermedad dental es común en los perros, especialmente en aquellos con una higiene oral deficiente. Cuando las bacterias infectan las encías o las raíces de los dientes, puede provocar infecciones dentales dolorosas. Si un veterinario extrae un diente infectado, a menudo recetará antibióticos para prevenir o tratar posibles infecciones dentales.
Infecciones del tracto urinario (ITU):
Los perros pueden desarrollar ITU, que pueden causar síntomas como micción frecuente, esfuerzo para orinar o sangre en la orina. Si se diagnostica, los veterinarios generalmente recetan antibióticos para eliminar la infección del sistema urinario del perro.
Infecciones respiratorias:
Los perros también pueden sufrir infecciones respiratorias bacterianas, como tos de las perreras o neumonía. Los síntomas pueden incluir tos, estornudos, secreción nasal o dificultad para respirar. Dependiendo de la gravedad y el tipo de infección, el veterinario puede recetar antibióticos para ayudar al perro a recuperarse.
Infecciones postoperatorias:
Después de los procedimientos quirúrgicos, los perros corren el riesgo de desarrollar infecciones postoperatorias si las bacterias entran al cuerpo a través de los sitios de incisión. Para evitar esto, los veterinarios a menudo recetan antibióticos después de la cirugía como medida preventiva (antibióticos profilácticos) hasta que la incisión cicatrice lo suficiente para evitar que las bacterias penetren en los tejidos más profundos.
Infecciones de oído:
Los perros con orejas caídas o aquellos que nadan con frecuencia pueden ser propensos a infecciones de oído (otitis externa). Si un perro muestra signos de infección de oído, como sacudir la cabeza, rascarse las orejas o tener un mal olor del canal auditivo, un veterinario puede diagnosticarlo y recetar antibióticos para tratar la infección.
Infecciones óseas (osteomielitis):
Si un perro tiene una herida grave que las bacterias penetran profundamente en el hueso o si hay una fractura que se infecta, puede provocar osteomielitis. Esta condición requiere un largo tratamiento con antibióticos, a veces combinado con cirugía, para eliminar el tejido óseo infectado.
Elegir los antibióticos adecuados es una decisión crítica que requiere la experiencia de un veterinario. Aquí hay una descripción general de lo que debe considerar al seleccionar antibióticos para un perro:
Tipo de infección:
El primer paso es identificar el tipo de infección que tiene el perro. Los antibióticos son eficaces contra las bacterias, pero diferentes clases se dirigen a diferentes bacterias. Un veterinario generalmente realizará pruebas para determinar si la infección es bacteriana e identificar las bacterias involucradas.
Cultivo y prueba de sensibilidad:
Si el tiempo y la condición del perro lo permiten, un veterinario puede tomar muestras para el cultivo y la prueba de sensibilidad. Esta prueba identifica la bacteria específica que causa la infección y muestra qué antibióticos serían más eficaces y a cuáles las bacterias son resistentes.
Estado de salud del perro:
La salud general del perro también es un factor a la hora de elegir el antibiótico adecuado. Los perros con problemas renales o hepáticos pueden necesitar dosis diferentes o medicamentos alternativos porque esos órganos son responsables de procesar y excretar los medicamentos.
Efectos secundarios y alergias:
El veterinario tendrá en cuenta los posibles efectos secundarios y si el perro tiene antecedentes de alergia a medicamentos específicos. Los efectos secundarios comunes de los antibióticos en los perros pueden incluir vómitos, diarrea, pérdida de apetito y reacciones alérgicas.
Forma y administración:
Los antibióticos vienen en diversas formas, incluyendo pastillas, líquidos e inyecciones. La mejor forma depende de la condición del perro, la facilidad con la que el perro puede tomar el medicamento y si el dueño puede administrarlo correctamente.
Completar el tratamiento:
Es fundamental que los dueños de perros completen todo el tratamiento con antibióticos según las indicaciones, incluso si el perro parece mejorar antes de terminar el medicamento. Detenerse antes de tiempo puede permitir que algunas bacterias sobrevivan y desarrollen resistencia al antibiótico.
P1: ¿Por qué es necesario completar el tratamiento con antibióticos?
A1: Incluso si el perro parece haberse recuperado, completar el tratamiento completo previene la recaída y reduce el riesgo de desarrollar bacterias resistentes a los antibióticos.
P2: ¿Cuáles son los efectos secundarios comunes de los antibióticos en los perros?
A2: Los efectos secundarios pueden incluir vómitos, diarrea, pérdida de apetito y reacciones alérgicas. Es esencial controlar al perro de cerca e informar cualquier inquietud al veterinario.
P3: ¿Se pueden administrar antibióticos con alimentos?
A3: Algunos antibióticos se absorben mejor con el estómago vacío, mientras que otros se pueden administrar con alimentos para reducir el malestar gastrointestinal. Siga las instrucciones del veterinario.
P4: ¿Hay alternativas naturales a los antibióticos para perros disponibles?
A4: Algunas alternativas naturales, como la miel o los probióticos, pueden ayudar al sistema inmunológico o la salud intestinal, pero no deben reemplazar los antibióticos cuando sea necesario. Siempre consulte a un veterinario antes de utilizar remedios naturales.
P5: ¿Cómo se deben desechar los antibióticos sobrantes?
A5: No tire los antibióticos por el inodoro ni los vierta por el desagüe, ya que esto puede contaminar el suministro de agua. Deséchelos a través de un programa de devolución o basura doméstica regular después de mezclarlos con una sustancia desagradable.