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Una fístula anal, también conocida como fístula anal, es un pequeño túnel que se forma entre el extremo del intestino y la piel alrededor del ano. Es una condición seria que requiere atención médica para ser tratada. Hay diferentes tipos de fístulas anales, que se pueden clasificar en función de su ubicación y el tipo de tejido que afectan:
Fístula interesfinteriana:
Estas fístulas ocurren dentro de los músculos del esfínter que controlan los movimientos intestinales. Generalmente se consideran menos complicadas e involucran un tracto que se desarrolla entre la glándula anal y el músculo del esfínter interno.
Fístula transesfinteriana:
Las fístulas transesfinterianas se extienden a través de los músculos del esfínter, lo que puede hacerlas más complejas que las fístulas interesfinterianas. Pueden afectar tanto los músculos del esfínter interno como externo, a veces causando más dolor y dificultad durante los movimientos intestinales.
Fístula supraesfinteriana:
Las fístulas supraesfinterianas se ubican por encima de los músculos del esfínter, conectando la glándula anal con la piel en el área de los glúteos. Tienden a ser más extensas y pueden involucrar otras estructuras, como el recto o los órganos pélvicos.
Fístula extraesfinteriana:
Estas fístulas se originan en el recto por encima de los músculos del esfínter y se extienden hasta la piel cerca del ano. A menudo ocurren debido a afecciones como la enfermedad de Crohn, la radioterapia o un traumatismo.
Fístulas altas:
Las fístulas altas son aquellas que involucran una mayor extensión de los músculos del esfínter, típicamente afectando más del 30% de ellos. A menudo son más complejas y pueden requerir un manejo quirúrgico especializado para curar adecuadamente.
Fístulas bajas:
Las fístulas bajas afectan menos del 30% de los músculos del esfínter y generalmente se consideran más fáciles de tratar quirúrgicamente.
Es importante tener en cuenta que cada tipo de fístula anal puede presentarse con diferentes síntomas y requerir diferentes enfoques de tratamiento. Buscar ayuda médica de un profesional de la salud es importante si se experimentan signos de una fístula anal, como secreción anal persistente, dolor o inflamación.
Ubicación:
El lugar donde la fístula se abre al ano o al recto determina el tipo de fístula que es. Las fístulas interesfinterianas ocurren dentro de los músculos del esfínter que controlan el paso de las heces. Las fístulas submusculares se encuentran por encima de los músculos del esfínter y probablemente requieren cirugía para reparar el daño del músculo del esfínter.
Extensión de la participación del esfínter:
Las fístulas que solo involucran una pequeña parte de un músculo del esfínter se consideran bajas y pueden tratarse con antibióticos y colocación de setón para drenar el líquido. Aquellas que involucran más de la mitad de los complejos del esfínter se clasifican como altas y tienen un mayor riesgo de incontinencia. Comprender la extensión del esfínter ayuda a determinar el enfoque quirúrgico.
Características del tracto de la fístula:
El camino de la fístula afecta el tratamiento. Los tractos rectos o simples son más fáciles de manejar. Sin embargo, si la fístula se conecta a otros órganos pélvicos como la vagina, el útero o la vejiga, complica las cosas. Las fístulas con múltiples ramas o aberturas requieren una reparación más extensa.
Condición subyacente:
La causa de la fístula influye en la atención. Si la enfermedad de Crohn está controlada, la cicatrización de la fístula puede ocurrir sin cirugía. Las fístulas por cáncer pueden necesitar radiación o quimioterapia antes de la intervención quirúrgica. Los orígenes de la infección orientan la prioridad del tratamiento.
Síntomas:
La gravedad de los síntomas como la fuga de heces, el dolor o el riesgo de infección impactan el tratamiento. Las fístulas que causan incontinencia significativa o problemas de calidad de vida requieren un cierre quirúrgico rápido independientemente de otros factores.
Respuesta a tratamientos previos:
Qué tan bien respondió la fístula a los antibióticos, setones u otras terapias no quirúrgicas determina si el siguiente paso es la cirugía o continuar con el manejo conservador.
La fístula anal, o fístula anal, es una condición dolorosa en la que se forma un pequeño túnel entre el extremo del intestino y la piel cerca del ano. Por lo general, es el resultado de un absceso anal no tratado. Las fístulas pueden causar movimientos intestinales frecuentes y dolorosos. En algunos casos, los médicos pueden recomendar cirugía para tratar el problema. En raras ocasiones, pueden recetar antibióticos. Los medicamentos de venta libre pueden ayudar a aliviar los síntomas, pero la mayoría de las personas necesitarán cirugía para tratar la fístula correctamente.
Es esencial adherirse a estas pautas cuando se usan productos para tratar una fístula anal:
Es esencial tener en cuenta que no se recomienda aplicar cremas tópicas, ungüentos u otras sustancias en la abertura de la fístula, ya que esto no promoverá la cicatrización. Además, no se recomienda el fregado vigoroso del área anal, ya que esto puede irritar aún más el área. Si los síntomas persisten o empeoran, es fundamental buscar atención médica de inmediato.
Una fístula anal es un pequeño túnel que se forma entre el ano y la piel cerca del ano. Por lo general, se desarrolla después de un absceso en el área de la glándula anal. Esta condición médica puede causar lo siguiente:
Las características de una fístula anal incluyen:
El diseño de una fístula anal varía según factores como su ubicación, tipo y ramificación. Su estructura puede incluir:
Una fístula anal tiene las siguientes funciones:
P1: ¿Qué es una fístula en el ano?
R1: Una fístula anal es un pequeño túnel que se desarrolla entre el extremo del tracto digestivo de una persona y la piel alrededor de su ano. Por lo general, es el resultado de una infección que se propaga a las glándulas anales. Puede causar drenaje o descarga, lo que puede confundirse con otras afecciones. Una fístula no sanará sin tratamiento.
P2: ¿Cuáles son los síntomas de una fístula?
R2: Los síntomas de una fístula anal pueden incluir: bulto persistente y doloroso cerca del ano; drenaje de pus u otros líquidos del ano; hinchazón alrededor del ano; dolor o molestia al sentarse, caminar o durante los movimientos intestinales; fiebre; náuseas; escalofríos; y sangrado rectal.
P3: ¿Cómo se diagnostica una fístula?
R3: Un médico generalmente puede diagnosticar una fístula en base a un examen físico y discutir los síntomas y el historial médico. Es posible que inserten un dedo enguantado en el recto para palpar las fístulas y las aberturas. También pueden examinar el ano y el recto con un instrumento llamado anoscopio.
P4: ¿Cuál es la forma más rápida de curar una fístula?
R4: Si una fístula es pequeña, un médico puede tratarla insertando una sonda en la abertura de la fístula para ayudarla a sanar desde adentro hacia afuera. Si la fístula es más grande, el médico puede usar una herramienta especial para extirpar el tracto de la fístula del tejido circundante. En algunos casos, una fístula puede cerrarse sin cirugía.
P5: ¿Qué se debe evitar con una fístula?
R5: No realice ningún levantamiento de pesas o actividades extenuantes que requieran más esfuerzo físico. Evite los ejercicios que pueden empeorar el dolor, como correr, trotar y aeróbicos.