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Vegetal jícama

(130 productos disponibles)

Sobre vegetal jícama

Tipos de verduras Jícama

La verdura jícama, también conocida como frijol yam mexicano, es una raíz vegetal nativa de México y Centroamérica. Se valora por su textura crujiente y su sabor dulce y a nuez. Existen cuatro tipos principales de jícama, cada uno con características únicas y usos culinarios.

  • Jícama de Agua

    La Jícama de Agua, también conocida como jícama de agua, es una de las variedades más comunes de jícama. Tiene forma redonda y una piel suave de color amarillo pálido. Esta variedad es reconocida por su alto contenido de agua, lo que la hace muy jugosa y crujiente. La jícama de agua se suele comer cruda en ensaladas, slaws y como bocadillo. Tiene un sabor suave y dulce que aporta frescura a muchos platos.

  • Jícama Seco

    La Jícama Seco, o jícama seca, tiene una forma más ovalada y una piel arrugada en comparación con la Jícama de Agua. Esta variedad presenta una textura más seca y menos contenido de agua. La jícama seco es más densa y crujiente, lo que la hace ideal para métodos de cocción como salteados o asados. Su textura firme se mantiene bien en platos cocinados.

  • Jícama Dulce

    La Jícama Dulce, o jícama dulce, es conocida por su sabor más dulce que el de otras variedades. Su piel es suave y varía desde un color marrón claro hasta un color canela. La jícama dulce se puede comer tanto cruda como cocida, pero a menudo se usa en postres o salsas dulces donde su dulzura natural resalta.

  • Jícama Picante

    La Jícama Picante, o jícama picante, se destaca porque es más picante que otros tipos. Tiene una piel exterior rugosa de color marrón con un interior blanco y crujiente. La jícama picante se puede usar en varios platillos donde se desee un toque picante, como ensaladas o salsas. Su picante añade una dimensión de sabor emocionante a muchas recetas.

Aunque los cuatro tipos de jícama comparten algunas similitudes, cada uno tiene cualidades distintas que lo hacen más adecuado para ciertas aplicaciones culinarias. Ya sea que alguien prefiera el crujido refrescante de la Jícama de Agua o el picante de la Jícama Picante, hay una variedad de jícama que satisface todos los paladares. Comprender estas diferencias puede ayudar a los cocineros a elegir la mejor jícama para sus platos.

Diseño de las verduras jícama

  • Forma y Tamaño:

    La raíz de jícama es redonda a ovalada. Su diámetro suele variar entre 5 a 15 centímetros. El tamaño puede cambiar según las condiciones de cultivo y la madurez. Algunas pueden crecer más, alcanzando hasta 30 centímetros de longitud. La superficie es suave y sin arrugas. Puede ser de color beige claro a marrón dorado.

  • Piel (Capa Exterior):

    La piel de la jícama es gruesa y protectora. Ayuda a mantener el contenido de agua estable, lo cual es crucial para la supervivencia de la planta en climas secos. Esta piel protege contra plagas, enfermedades y estrés ambiental. Es la primera línea de defensa para la raíz.

  • Carne (Parte Interna):

    La carne es la característica más notable de la jícama. Es crujiente, muy parecida a una manzana. Está compuesta de un tejido esponjoso y jugoso. Este tejido se compone principalmente de células parenquimatosas. Estas células almacenan agua y energía en forma de almidón. Esto convierte a la jícama en una fuente valiosa de hidratación y nutrición para la planta. La carne es de color blanco o crema. Se vuelve más fibrosa y menos dulce a medida que madura. Esto es típico de las raíces de almacenamiento.

  • Características de Hojas y Tallos:

    Las hojas son compuestas, lo que significa que cada hoja está formada por folíolos más pequeños. Pueden ser pinnadas o ternadas, siendo las últimas de tres folíolos. El color de las hojas varía desde un verde claro hasta un verde oscuro. El tallo es relativamente delgado en comparación con otras verduras de raíz. Soporta la planta mientras crece y ayuda a transportar nutrientes.

  • Flor y Vaina de Semillas:

    Las flores de jícama son pequeñas y pueden ser blancas o moradas. Crecen en racimos. Las vainas de semillas contienen el material genético de la planta para la reproducción. Son delgadas y contienen varias semillas, que pueden crecer en nuevas plantas.

Escenarios para la verdura jícama

La jícama es una verdura versátil. Puede usarse en muchas cocinas y platos alrededor del mundo. Su textura crujiente y su sabor levemente dulce la hacen una opción popular para diversas aplicaciones culinarias. Uno de los usos más comunes de la jícama es como un ingrediente fresco y crujiente en ensaladas. Ya sea en una ensalada mexicana tradicional con lima y chile en polvo o en un slaw más global mezclado con vinagreta, la jícama añade un crujido satisfactorio. Su capacidad para mantener el crujido incluso después de estar en aderezo la hace ideal para platos que necesitan permanecer frescos y vivos.

Además, la jícama es popular como bocadillo. Cuando se corta en palitos o en gajos, se puede disfrutar sola o con dips. Estos dips pueden incluir chile en polvo y jugo de lima o opciones cremosas como aderezo ranch o hummus. Su calidad refrescante y jugosa la convierte en un bocadillo perfecto. Es especialmente atractiva en climas cálidos o como un aperitivo ligero. En muchas cocinas asiáticas, la jícama se utiliza en salteados. Aporta una textura crujiente a los platos cocinados rápidamente a fuego alto. El sabor suave de la jícama permite que absorba los sabores de salsas y condimentos, lo que la convierte en un valioso complemento para estas comidas. La jícama también se utiliza en rollos primavera y sopas, donde añade textura y absorbe sabores.

En la cocina mexicana, la jícama se utiliza a menudo como base para bocadillos de comida callejera. Se sirve con chile en polvo, jugo de lima y sal. Este refrescante manjar es popular entre los vendedores y en casa. Además, la jícama se puede encurtir, lo que le permite absorber los sabores ácidos del vinagre mientras conserva su crujido original. La jícama encurtida se puede usar en sándwiches, tacos o como un acompañamiento ácido.

Asimismo, la jícama es una excelente adición a jugos y batidos, proporcionando una base hidratante y nutritiva. Su dulzura natural y alto contenido de agua la convierten en un componente refrescante de las bebidas. Ya sea disfrutada como un jugo independiente o mezclada con otras frutas y verduras en un batido, la jícama añade un elemento revitalizante a las bebidas. Con su capacidad para complementar varios sabores y mantener su textura, la jícama sigue encontrando nuevos y emocionantes usos en cocinas de todo el mundo.

Cómo elegir una verdura jícama

  • Tamaño y Forma:

    Al elegir jícama, busca una verdura que sea lo suficientemente grande para tus necesidades. Si deseas hacer una ensalada grande, elige una grande y redonda. Pero para picar o cocinar en pequeñas cantidades, una jícama redonda de tamaño mediano o pequeño será mejor para que no ocupe demasiado espacio o tiempo.

  • Suavidad de la Piel:

    Elige jícama con piel suave. Si la piel tiene arrugas, significa que la verdura está vieja y puede estar seca por dentro. La jícama con piel suave tendrá carne crujiente y jugosa al ser comida.

  • Firmeza:

    Presa ligeramente la jícama con la mano. Elige las que se sientan duras y sólidas, no blandas o esponjosas. Las verduras firmes tendrán carne fresca y crujiente, mientras que las blandas pueden haber pasado su mejor momento y no sabrán tan bien.

  • Color y Textura:

    Elige jícamas que sean de color beige claro o crema. Evita las que tengan manchas oscuras, cortes o parches ásperos en la piel. Estas imperfecciones indican que la verdura puede estar dañada o podrida por dentro. Una jícama saludable tendrá una superficie de piel suave y uniforme que sea de color pálido.

  • Peso:

    Selecciona jícama que se sienta pesada para su tamaño. El peso indica que está llena de agua y será crujiente al comer. La jícama que se siente ligera puede estar seca o leñosa por dentro y no será fresca.

  • Olor:

    Olfatea la jícama. Una fresca no debería tener olor o solo un olor muy tenue. Si puedes percibir un olor fuerte, la verdura puede estar vieja. Intenta elegir jícamas que no tengan un olor fuerte para que sepan mejor al cocinarlas o comerlas crudas.

  • Arrugas o Daños:

    Revisa la piel cuidadosamente en busca de arrugas, cortes o daños. Si la jícama tiene arrugas, significa que se está secando. Evita las que tengan piel rugosa o magulladuras para que obtengas verduras frescas y crujientes sin problemas.

Preguntas y Respuestas

Q1. ¿Cuáles son las formas de consumir jícama?

A1. La jícama se puede comer cruda o cocida. Cuando se come cruda, generalmente se corta en rodajas o trozos y se agrega a ensaladas, slaws o se come como un bocadillo con dips. Se puede hacer una ensalada refrescante con aderezo cítrico o añadirla a una salsa. Cuando se cocina, la jícama se puede saltear, asar o añadir a sopas y guisos. Cabe destacar que cocinar la jícama realza su dulzura y crujido naturales.

Q2. ¿La jícama tiene un sabor dulce?

A2. La jícama tiene un sabor ligeramente dulce y una textura crujiente. Su sabor se compara a menudo con el de una pera cruda o una manzana. Tiene un sabor suave, lo que la convierte en un ingrediente versátil que se puede usar en varios platos.

Q3. ¿Es la jícama una verdura saludable?

A3. Sí, la jícama es una verdura saludable. Es baja en calorías, alta en fibra y una buena fuente de vitamina C. Su alto contenido de fibra puede ayudar con la digestión y promover la sensación de saciedad, lo cual puede ser beneficioso para el control de peso. Además, al ser baja en calorías, la jícama es un bocadillo nutritivo o una adición a las comidas sin agregar muchas calorías.

Q4. ¿Es la jícama una verdura grasosa?

A4. La jícama es una raíz vegetal con muy poca grasa. Es baja en calorías y tiene un alto contenido de fibra. Esto convierte a la jícama en una buena opción para quienes desean aumentar su ingesta de verduras sin agregar muchas calorías. También es una buena fuente de vitamina C, lo que contribuye a la salud inmunológica y de la piel.

Q5. ¿Se puede almacenar la jícama en el refrigerador?

A5. La jícama debe almacenarse en un lugar fresco y oscuro, como una despensa, en lugar de en el refrigerador. El refrigerador puede dañar la textura y el sabor de la jícama porque es una raíz vegetal. Cuando se almacena adecuadamente, la jícama puede durar varias semanas. Una vez cortada, debe guardarse en el refrigerador en un recipiente hermético y consumirse dentro de unos días para mantener su frescura.