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Un retenedor bucal es un dispositivo dental que ayuda a los dientes a mantener su posición después del tratamiento con brackets o alineadores. Está hecho a medida para ajustarse a la boca y mantener los dientes en sus nuevos lugares. Existen dos tipos principales de retenedores: fijos y removibles. Los retenedores fijos se colocan en la parte posterior de los dientes mediante un alambre, lo que los hace poco visibles. Son ventajosos porque funcionan todo el tiempo y no se pueden perder ni olvidar. Sin embargo, pueden dificultar la limpieza de los dientes y el uso del hilo dental. Los retenedores removibles son más fáciles de limpiar, pero deben usarse regularmente para que funcionen correctamente. Algunos retenedores removibles se ajustan sobre los dientes de arriba y de abajo, mientras que otros son bandejas transparentes que se ajustan perfectamente sobre los dientes. Los retenedores removibles se pueden quitar al comer y al cepillarse los dientes. Un tipo común de retenedor removible es el retenedor Hawley, que tiene una base de plástico o acrílico que se adapta a la boca y sostiene los dientes, junto con una porción de alambre que rodea los dientes en la parte frontal para mantenerlos en su lugar. Otro tipo es el retenedor transparente, que está hecho de plástico claro y delgado que se ajusta firmemente sobre todos los dientes. Los retenedores transparentes son menos notorios que los retenedores Hawley porque se ajustan completamente sobre los dientes, lo que los hace más difíciles de ver. Ambos tipos de retenedores ayudan a mantener los dientes en sus nuevas posiciones una vez finalizado el tratamiento.
Elegir un retenedor bucal implica muchas necesidades y preferencias personales y profesionales. Algunas de ellas se discuten a continuación:
Tipo de retenedor:
Hay diferentes tipos de retenedores disponibles, como fijos, cementados o de alambre, y removibles. Cada uno tiene sus pros y contras. Por ejemplo, los retenedores fijos no se pierden ni se extravían, pero son más difíciles de limpiar. Los retenedores removibles son más fáciles de limpiar, pero deben guardarse con cuidado para evitar pérdidas. Considera qué tipo se ajustará mejor a tu rutina diaria y estilo de vida.
Confort:
Los retenedores deben ajustarse bien a la boca sin causar dolor o incomodidad en las encías y dientes. Un retenedor mal ajustado puede provocar roces en las encías y dientes, creando puntos de dolor e incomodidad. Si el retenedor no se siente bien después de recibirlo, consulta al ortodoncista para que lo ajuste, lo reemplace o lo vuelva a fabricar. Los retenedores deben ser lo más cómodos posible para que se usen de manera constante.
Material:
Los retenedores están comúnmente hechos de plástico claro, acrílico o una combinación de ambos. Los retenedores de plástico claro son más discretos pero pueden ser menos duraderos que otros tipos. Los retenedores de acrílico son más resistentes pero más visibles. Los materiales utilizados para fabricar un retenedor pueden influir en cuán obvio es al usarlo y cuánto tiempo dura. Considera qué es más importante para ti: la discreción o la durabilidad, al elegir el material del retenedor.
Costo:
El costo de un retenedor depende de su tipo y los materiales utilizados. Los retenedores removibles suelen ser más baratos que los fijos. Muchos planes de seguros dentales cubren algunos o todos los costos de los retenedores. Consulta con el proveedor de seguros para averiguar cuánto de cobertura está disponible antes de comprar un retenedor.
Cumplimiento:
Las instrucciones del ortodoncista sobre cuánto tiempo usar el retenedor diariamente y por cuántos meses o años después del tratamiento son importantes. Muchos estudios han demostrado que el cumplimiento es un factor clave que afecta la efectividad a largo plazo del retenedor. Los pacientes que utilizan el retenedor según lo indicado tienen más probabilidades de mantener los resultados de su tratamiento a lo largo del tiempo.
Los usuarios deben limpiar a fondo sus retenedores bucales antes de cada uso y durante su utilización. Deben colocar el retenedor limpio sobre sus dientes superiores o inferiores, dependiendo del tipo de retenedor que tengan. Los usuarios deben verificar diariamente para asegurarse de que el retenedor esté en su lugar y no afecte su habla o nivel de comodidad. También deben seguir las instrucciones del ortodoncista respecto a las horas de uso y cuidado.
En cuanto a la seguridad del producto, los usuarios deben estar al tanto de los posibles riesgos asociados con el uso de retenedores bucales. Estos incluyen el riesgo de desarrollar puntos de dolor o úlceras en el tejido de las encías donde el retenedor roza si no está correctamente ajustado o adaptado. Algunos usuarios pueden experimentar un aumento de la salivación o dificultad para hablar al principio, lo que puede ser frustrante pero generalmente se resuelve. Cumplir con el uso del retenedor según lo prescrito es esencial; no hacerlo puede llevar a un movimiento dental no deseado y disminuir la eficacia del tratamiento. Además, los retenedores deben almacenarse adecuadamente cuando no están en uso para evitar pérdidas o daños, lo que podría retrasar el progreso o requerir la fabricación de uno nuevo con un costo adicional. Mantener una buena higiene oral limpiando bien el retenedor y evitando la acumulación de olores o bacterias también es importante.
Un retenedor bucal es un dispositivo dental que se ajusta en la boca. Tiene una placa dura que va en el paladar. El retenedor bucal tiene diferentes partes que trabajan juntas para mantener los dientes alineados después de que se usaron los brackets. Cuenta con una placa de plástico duro y un alambre que cruza la parte frontal de los dientes. Algunos retenedores tienen un revestimiento suave para mayor comodidad.
La función principal del retenedor bucal es mantener los dientes en sus nuevos lugares después de que los brackets los han movido. Sin un retenedor, los dientes pueden desplazarse lentamente de regreso a donde estaban antes de que los brackets los corregieran. El retenedor mantiene cada diente en su lugar correcto. Esto mantiene la sonrisa luciendo bien incluso después de que se quitan los brackets.
Otra función útil del retenedor bucal es prevenir que los dientes de arriba y de abajo se golpeen entre sí cuando la boca está cerrada. A veces, los dientes pueden chocar y causar dolor. El retenedor evita esto al crear un pequeño espacio entre los dientes. Esto hace que los músculos de la mandíbula se relajen y reduce la incomodidad en la cara.
Usar un retenedor bucal puede requerir un periodo de adaptación al principio. Puede sentirse extraño o causar un ligero cosquilleo en la lengua. Pero, al igual que con los anteojos, el cerebro necesita entrenarse para ignorar el retenedor, ya que no es dañino. Con la práctica, hablar y beber será más fluido. La adaptación del retenedor es vital para la comodidad y la eficacia. Por lo tanto, es necesario realizar chequeos regulares con el ortodoncista para asegurarse de que todavía esté correctamente moldeado a la boca. A lo largo del tiempo, el papel del retenedor en mantener la sonrisa y prevenir colisiones dentales es importante para una sonrisa duradera y una mandíbula relajada.
Q1: ¿Cuánto tiempo debe usarse un retenedor bucal?
A1: Un retenedor bucal se usa generalmente durante varios meses o años, dependiendo del caso. Se recomienda usarlo por la noche mientras se duerme para evitar que los dientes se desplacen de regreso a su posición original durante la noche. La duración depende de cuántos dientes necesiten ser corregidos y cuánto tiempo el paciente usó brackets.
Q2: ¿Pueden los retenedores cerrar espacios entre los dientes?
A2: Los retenedores están diseñados para mantener los dientes en su nueva posición una vez que se han retirado los brackets. No están diseñados para mover los dientes, pero a veces pueden cerrar pequeños espacios que quedan después de usar brackets. Si un espacio es más grande, puede ser necesario usar brackets o alineadores para mover los dientes a su posición adecuada. Los retenedores funcionan mejor para espacios pequeños y son una opción mucho más económica.
Q3: ¿Se puede comer con un retenedor en la boca?
A3: Es mejor quitarse el retenedor antes de comer algo, ya que la comida puede quedar atrapada en él y será necesario limpiarlo a fondo para eliminar los restos de comida, lo que puede ser molesto. Además, comer con un retenedor puede dañarlo y hacer que no se ajuste adecuadamente en la boca. Por lo tanto, es mejor quitarlo mientras comes y bebes y volver a colocarlo una vez que termines.
Q4: ¿Cómo mantener el retenedor en la boca?
A4: El retenedor debe ajustarse bien sobre los dientes. Si se siente suelto, comunícate con el ortodoncista para que lo ajuste. Puede ser necesario usar una banda de goma o un clip por la noche para mantener el retenedor en su lugar. Algunos retenedores tienen pequeños ganchos o sujetadores que se enganchan en la parte posterior de los dientes para mantenerlos en su posición. Si el retenedor se siente suelto, el ortodoncista necesita ajustarlo para que se ajuste firmemente sobre los dientes.
Q5: ¿Cuánto cuesta un retenedor?
A5: El costo de un retenedor bucal depende del tipo y del material. Por ejemplo, un retenedor fijo cuesta menos que uno removible. En promedio, un retenedor fijo puede costar entre $200 y $500, mientras que uno removible puede costar entre $100 y $300. Muchos seguros dentales cubren los retenedores, por lo que es mejor consultar con la oficina dental para ver cuánto cubren.