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Un radiador de plástico es un componente común en los vehículos modernos. Se utiliza para contener refrigerante y ayudar a disipar el calor del motor. El tanque generalmente está conectado al radiador con una envoltura de ventilador de plástico o metal y soportes.
Los tanques de radiador de plástico vienen en diferentes tipos según su aplicación. Aquí hay algunos de ellos:
Tanque plástico superior
El tanque superior se ubica en la parte superior del radiador. Almacena el refrigerante que fluye desde el motor hacia el radiador. El tanque también ayuda a mantener la presión en el sistema de radiador. Esto asegura que el refrigerante circule de forma efectiva.
Tanque plástico inferior
El tanque inferior se encuentra en la parte inferior del radiador. Contiene el refrigerante que se ha enfriado después de pasar a través de los tubos del radiador. El refrigerante enfriado se bombea nuevamente al motor para mantener su temperatura.
Tanque de expansión plástico
Este tipo de tanque no está conectado directamente al radiador. En cambio, está vinculado al tanque plástico superior del radiador. El tanque de expansión almacena el refrigerante excedente que se expande debido a altas temperaturas. También actúa como un reservorio para el refrigerante que puede ser reabastecido si es necesario.
Radiador combinado plástico
En este tipo de radiador, los tanques superior e inferior están fusionados con el núcleo. Esto crea un diseño más compacto y eficiente. Los radiadores plásticos combinados se utilizan a menudo en vehículos con espacio limitado.
Radiador plástico de posventa
Estos son tanques de radiador de plástico diseñados para adaptarse a modelos de vehículos específicos. A menudo se utilizan como reemplazos de piezas originales del fabricante (OEM). Los radiadores plásticos de posventa están disponibles de diversos fabricantes.
Inspección visual regular
El primer paso para mantener un tanque de radiador de automóvil es inspeccionarlo visualmente de manera regular. Esto implica buscar signos de daños como grietas, deformaciones o decoloración. El propietario del vehículo también debe verificar las mangueras conectadas al tanque para detectar signos de desgaste. Estas mangueras son responsables de transportar el refrigerante hacia y desde el radiador.
Monitorizar los niveles de refrigerante
Otro aspecto importante del mantenimiento de un tanque de radiador de automóvil es asegurarse de que los niveles de refrigerante sean suficientes. Niveles bajos de refrigerante pueden llevar al sobrecalentamiento y a daños en el tanque del radiador. El propietario del vehículo debe revisar regularmente el nivel de refrigerante en el tanque y asegurarse de que esté en el nivel recomendado. Esto se puede hacer abriendo el capó y observando el tanque. Si el nivel es bajo, se debe agregar más refrigerante.
Limpiar y reemplazar el refrigerante
Con el tiempo, el refrigerante en el tanque del radiador puede contaminarse o perder eficacia. Esto puede suceder debido a factores como alto kilometraje o exposición a temperaturas extremas. Para mantener el rendimiento del tanque, es esencial vaciar el refrigerante viejo y reemplazarlo con uno nuevo. Esto debe hacerse de acuerdo con el programa de mantenimiento recomendado por el fabricante o cada pocos años, dependiendo del uso y las condiciones del vehículo.
Comprobar si hay fugas
Las fugas son un problema común en los tanques de radiador de plástico. Incluso una pequeña grieta o agujero puede hacer que el refrigerante se escape, lo que lleva al sobrecalentamiento y daños potenciales en el motor. Por lo tanto, un mecánico debe inspeccionar el tanque en busca de signos de fuga, como manchas húmedas o residuos de refrigerante. Si se detectan fugas, el tanque de radiador plástico debe repararse o reemplazarse de inmediato para prevenir mayores daños.
Evitar el sobrecalentamiento
Los tanques de radiador de plástico están diseñados para operar dentro de un rango de temperatura específico. El sobrecalentamiento puede causar que el plástico se deforme, se agriete o se vuelva quebradizo, comprometiendo su integridad estructural. Para prevenir esto, los propietarios de vehículos deben estar atentos al medidor de temperatura en sus tableros. Si la temperatura es alta, deben tomar medidas inmediatas, como detener el vehículo o verificar el sistema de refrigeración.
Evitar daños químicos
Ciertos productos químicos pueden ser dañinos para los tanques de radiador de plástico. Por ejemplo, limpiadores fuertes, solventes o incluso algunos tipos de aditivos para refrigerantes pueden causar que el plástico se degrade con el tiempo. Para proteger el tanque, los propietarios de vehículos deben utilizar solo productos específicamente diseñados para sistemas de refrigeración automotriz. Estos productos son generalmente seguros y compatibles con componentes plásticos.
Al seleccionar un tanque de radiador de plástico diesel para un vehículo, es esencial considerar varios factores:
Compatibilidad del vehículo
Para comenzar, considere la marca, modelo y año de fabricación del vehículo. Esto asegura que el tanque de radiador sea compatible con el sistema de refrigeración del vehículo. Además, tenga en cuenta el tipo de vehículo, como camión, autobús o vehículo comercial, ya que esto afecta el diseño y las dimensiones del tanque.
Rendimiento de refrigeración
El diseño del tanque, incluida su forma y estructuras internas, debe estar optimizado para la eficiencia de transferencia de calor. Esto asegura que el tanque enfríe efectivamente el motor para mantener la temperatura deseada. Además, considere la potencia del motor del vehículo y los requisitos de rendimiento. Los motores de alto rendimiento generan más calor y, por ende, requieren tanques de radiador con capacidades de refrigeración mejoradas.
Calidad y confiabilidad
Es recomendable seleccionar tanques de radiador de fabricantes reputados que sean conocidos por producir componentes de alta calidad y confiables. Esto asegura la durabilidad del tanque y minimiza el riesgo de fallas o fugas.
Instalación y mantenimiento
Es aconsejable seleccionar tanques de radiador de plástico que sean fáciles de instalar y requieran un mantenimiento mínimo. Además, considere la disponibilidad de servicios de mantenimiento y reparación para el tanque y sus componentes.
Condiciones ambientales
Tenga en cuenta el entorno operativo, incluidas factores como temperaturas extremas, niveles de humedad y altitud. Estas condiciones ambientales pueden afectar el rendimiento y la durabilidad del tanque.
Regulaciones de emisiones
En algunas regiones, existen estándares y regulaciones específicas de emisiones para minimizar el impacto ambiental de los vehículos. Asegúrese de que el tanque de radiador cumpla con las regulaciones de emisiones aplicables.
Presupuesto
Tenga en cuenta el costo del tanque de radiador, incluidos los gastos de instalación y mantenimiento. Es recomendable equilibrar las características y el rendimiento con las limitaciones presupuestarias.
Drenar el refrigerante
Para comenzar, se debe drenar el sistema de refrigeración del vehículo. Esto implica quitar la válvula de drenaje o la manguera ubicada en la parte inferior del radiador y permitir que el refrigerante fluya hacia un recipiente. Este paso es crucial para prevenir la irritación de la piel y los ojos causada por los químicos presentes en el refrigerante.
Retirar el tanque viejo
Ahora se puede retirar el tanque viejo. Esto implica aflojar los tornillos o clips que lo sostienen en su lugar, así como desconectar cualquier manguera o accesorio que esté conectado a él. Se puede requerir un destornillador o llave para este paso.
Preparar el nuevo tanque
Antes de instalar el nuevo tanque, debe ser preparado. Esto incluye quitar cualquier tapa o cobertura que no sea necesaria y asegurarse de que todos los puertos y conexiones estén limpios y libres de escombros.
Instalar el nuevo tanque
Es importante alinear el nuevo tanque con el radiador y sujetarlo cuidadosamente usando tornillos o clips. Además, cualquier manguera o accesorio que se haya desconectado previamente debe ser vuelto a conectar.
Reconectar el sistema de refrigeración
Después de completar los pasos anteriores, se debe reconectar el sistema de refrigeración. Esto implica volver a colocar la válvula de drenaje o manguera y asegurarse de que todas las conexiones estén seguras y libres de fugas.
Rellenar con refrigerante
El último paso es rellenar el sistema con el refrigerante adecuado. Es esencial consultar el manual del propietario del vehículo para determinar el tipo y cantidad correctos de refrigerante a utilizar.
Q: ¿Qué son los tanques de radiador de plástico?
A: Son las partes finales de un radiador. Contienen el refrigerante y ayudan a controlar su flujo a través del radiador.
Q: ¿Por qué se utilizan tanques de radiador de plástico en los vehículos?
A: Los tanques de radiador de plástico son ligeros, resistentes a la corrosión y rentables. También ayudan a mantener estable la temperatura del refrigerante.
Q: ¿Cuánto duran los tanques de radiador de plástico?
A: Pueden durar de 5 a 7 años, pero esto depende de la calidad, el tipo y de qué tan bien se mantengan.
Q: ¿Qué provoca la falla de los tanques de radiador de plástico?
A: Con el tiempo, pueden agrietarse, desgastarse, hincharse o deformarse. Esto puede ser causado por la edad, temperatura alta, presión, daños químicos o mala calidad.
Q: ¿Se pueden reparar los tanques de radiador de plástico dañados?
A: Sí, pero solo si están agrietados o dañados en áreas pequeñas. Aun así, se recomienda encarecidamente reemplazarlos lo antes posible.
Q: ¿Cuál es la diferencia entre tanques de radiador de metal y plástico?
A: Los tanques de metal, generalmente hechos de acero, son fuertes y resistentes al calor, pero pueden oxidarse. Los tanques de plástico son económicos, ligeros y resistentes a la corrosión.